Abel Furlán es reconocido en Argentina como uno de los pioneros en posicionar al Malbec en el mundo, ayudando a elevar los vinos de Mendoza a un nivel de clase mundial.

Ha trabajado como Enólogo principal en múltiples proyectos vitivinícolas a lo largo de más de 40 años, y ha sido a su vez formador de varias generaciones de nuevos enólogos a través de su rol como profesor de Enología en prestigiosas universidades de Mendoza.

Criado entre viñedos en La Consulta, San Carlos, rápidamente entendió que el camino hacia la calidad empezaba desde la tierra. Trabajando con diferentes cepas y clones de Malbec, pudo combinar su amplia experiencia en diferentes bodegas de Argentina y Sudamérica, junto con una inagotable vocación de aprendizaje e innovación hacia la máxima expresión de calidad.

En esa época, nuestra producción se limitaba solo a elaborar un Malbec super premium de Gualtallary. Luego, el portfolio de vinos comenzó a crecer con la incorporación de nuevas variedades de uva y la búsqueda de nuevas zonas aún inexploradas del Valle de Uco y que aportaron una mayor elegancia y complejidad a nuestros vinos.

Con el tiempo, el concepto de Bodega Familiar fue ganando relevancia al sumar a su esposa Keli en la función estratégica del proyecto. Luego se sumarían sus hijos Marcos, Pablo y Darío, quienes aportarían sus estudios en Enología, Contabilidad/Finanzas y Agronomía, además de sus experiencias internacionales en Bodegas de EEUU, Francia, Italia, España, Brasil, Chile, Ecuador y Perú. Por último, se sumaría Jimena, la menor de los hermanos, quien aportó la necesaria cuota de frescura con sus estudios y experiencia en marketing y comunicación.

Desde entonces, la búsqueda continúa hacia la producción del mejor producto que nuestra tierra puede ofrecer, siendo fieles a nuestros valores y nuestra identidad, y con el compromiso de dejar un legado familiar para nuestras próximas generaciones de hacedores de vino.